A la hora de elegir el tipo de hielo industrial adecuado para sus necesidades específicas, es importante comprender las diferencias entre las distintas opciones. En este artículo, analizaremos en detalle dos opciones populares: hielo en escamas y hielo en tubos. Exploremos las características y aplicaciones únicas de cada uno para ayudarle a tomar una decisión informada sobre el equipo que podría necesitar para su negocio.
Hielo en escamas industrial:
El hielo en escamas industrial se fabrica rociando agua sobre la superficie de un tambor o placa refrigerada, donde se congela y forma escamas delgadas. Estas escamas tienen una forma plana y delgada, con un grosor que oscila entre 1,5 y 2,5 milímetros. Una de las características clave del hielo en escamas es su superficie relativamente grande, lo que facilita un enfriamiento rápido. Por ello, se utiliza ampliamente en el procesamiento de alimentos, la refrigeración de hormigón y otras aplicaciones industriales donde un enfriamiento rápido y eficiente es esencial. Además, el hielo en escamas se utiliza con frecuencia en aplicaciones médicas, como la crioterapia y la preservación de órganos, gracias a su capacidad para mantener bajas temperaturas.
Hielo en tubo:
En cambio, el hielo en tubos se produce congelando agua en tubos verticales u horizontales, que posteriormente se cortan en formas cilíndricas. El hielo en tubos tiene una forma cilíndrica sólida con un orificio en el centro, similar a un tubo hueco. A diferencia del hielo en escamas, el hielo en tubos suele tener un diámetro mayor, de entre 22 y 35 milímetros. Este mayor tamaño y su forma compacta contribuyen a su velocidad de fusión más lenta, lo que lo hace ideal para aplicaciones donde se desea una refrigeración más duradera. El hielo en tubos se utiliza comúnmente en la refrigeración de bebidas, el envasado de hielo en bolsas y la distribución de hielo a granel para fines comerciales y minoristas.
En resumen, si bien tanto el hielo en escamas como el hielo en tubos sirven para diversos fines industriales y comerciales, difieren en sus características físicas, métodos de producción y aplicaciones. El hielo en escamas se caracteriza por su rápido enfriamiento y gran superficie, lo que lo hace ideal para productos perecederos y procesos industriales, mientras que el hielo en tubos se valora por su mayor duración y mayor tamaño, lo que lo hace ideal para la refrigeración de bebidas y la distribución de hielo a granel.